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martes, 14 de noviembre de 2017

LA RE-POSTULACIÓN, ANTESALA DEL MILITARISMO



El empecinado propósito del actual presidente Morales de repostularse para un cuarto período, me ha llevado a revisar antecedentes históricos similares, habiendo encontrado dos experiencias cuyo desenlace nos permite afirmar que estamos en un momento de alto riesgo para el sistema democrático.

En las elecciones presidenciales de 1925, los candidatos del oficialista partido Republicano Hernando Siles y Abdón Saavedra (hermano del presidente Bautista Saavedra) salieron victoriosos. Con el sistema del “voto calificado”, de los 72.549 ciudadanos que acudieron a las urnas, el ganador Hernando Siles Reyes obtuvo 70.612 votos, el 97,3 %, contra 1.397 votos del binomio Daniel Salamanca Urey y José Luis Tejada Sorzano del Partido Republicano Genuino (de oposición) que logró el 2,67 % de la votación.

En el Gobierno, el presidente Hernando Siles mantuvo la preferencia ciudadana a su favor, se distanció del caudillo republicano Bautista Saavedra y fundó su propio partido, el Partido Nacionalista. En 1930, el presidente Siles concluía satisfactoriamente su gestión, sin embargo, su nuevo partido le convenció de la necesidad de ir a la prórroga presidencial y así lo hizo en contravención a lo establecido por la Constitución. Ello ocasionó una fuerte resistencia en la ciudadanía, culminando la coyuntura con el golpe de Estado que se produjo el 21 de junio de 1930, por el que asumió el poder la Junta Militar presidida por el general Carlos Blanco Galindo.

En 1964, la empecinada actitud del presidente Víctor Paz de postular a la reelección presidencial no permitida por la Constitución, produjo un escenario de controversia y confrontación que condujo al fin de la hegemonía del MNR que había gobernado desde la revolución de 1952.

Para lograr su pretensión, Paz obtuvo el apoyo de los Estados Unidos y de las Fuerzas Armadas. Su mayoría parlamentaria le permitió sortear la prohibición constitucional y se repostuló junto al comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, general René Barrientos Ortuño, como candidato vicepresidencial

En este contexto, la oposición llamó a la abstención general, justificando su posición en la inconstitucionalidad de la candidatura de Víctor Paz. Sin embargo, realizadas las elecciones triunfó el binomio Paz-Barrientos obteniendo más del 80% de los votos y el 6 de agosto de 1964 juraron a sus cargos.

A pesar de la amplia victoria electoral, el fraccionamiento del MNR era irreversible y pronto la oposición de izquierda y derecha en acción convergente convulsionaron el país, situación que los militares aprovecharon para hacerse del poder mediante el golpe militar del 4 de noviembre de 1964 iniciando un largo período de 18 años de militarismo autoritario y dictatorial que sólo pudo revertirse el 10 de octubre de 1982, tras una heroica lucha del pueblo boliviano en la que muchos patriotas ofrendaron sus vidas.

Estas dos experiencias nos muestran que la aspiración reeleccionaria del actual Mandatario, no sólo es una inocente repostulación por otros “5 añitos”, sino que conlleva el riesgo del desquiciamiento del sistema democrático que tanto costó a los bolivianos.