Slider

lunes, 24 de junio de 2019

LA ACADEMIA MAN CÉSPED


“Tribunal disciplinario destituye definitivamente al director Koichi Fujii” decía el titular de “Los Tiempos”. Leer, sentir tristeza y preocupación fue mi reacción inmediata, aunque debo confesar (con las disculpas de Koichi, amigo desde 1994), que mi mayor preocupación es por el destino de la Academia de Música Man Césped, a la cual se ha dedicado el maestro Fujii con alma vida y corazón.

Fujii llegó a Bolivia en 1989 enviado por la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA) para colaborar al Conservatorio Nacional con sede en La Paz. Sin embargo, inquieto y emprendedor como es, en 1994 se mudó a Cochabamba donde, en alianza con la Oficialía de Cultura de la Alcaldía, sentó las bases de un vasto programa de desarrollo de la música. Así nació el Coro Municipal en septiembre de 1994 y sus secciones coro infantil y coro juvenil. Posteriormente, (1996), en base a profesores, estudiantes y exestudiantes del Instituto Laredo, se organizó la Orquesta de Cámara Municipal dirigida por Álvaro Cadima y separadamente la orquesta de vientos, con el objetivo estratégico de unirlos posteriormente de modo que Cochabamba pueda tener una orquesta sinfónica municipal. Por razones administrativas la alcaldía no pudo sostener mucho tiempo dicho programa de coros y orquestas municipales.

Sin embargo, el maestro Fujii, persistente como es, buscó caminos para continuar el proyecto y en 1997 encontró la oportunidad propicia cuando padres de familia, profesores, ministerio de educación y municipalidad le solicitan se haga cargo de la Academia Man Césped. Desde entonces, Kochi empeña su vida y su patrimonio en servicio de la academia. Abandona la deprimente infraestructura en la que funcionaba, con respaldo financiero de la municipalidad alquila locales con mejores condiciones y proyecta la actual infraestructura de 6.280 metros cuadrados en la Coronilla, que finalmente se concreta en 2010 con apoyo del gobierno japonés.

Decir que Koichi empeñó su patrimonio no es poca cosa, ya que toda la herencia recibida de su familia en el Japón invirtió en la donación de pianos e instrumentos musicales para la Academia. Él decía: “la Academia Man Césped tiene que tener un carácter distinto de otras escuelas ya que es la única institución pública de educación especializada en música”. Así proyectó el Conservatorio Nacional Man Césped y formuló el proyecto para que sus alumnos puedan acceder al título de licenciatura en música.

De 1997 a 2019 la Academia ha cambiado estructuralmente, ha producido varias promociones de músicos y su contribución al desarrollo artístico y musical de Cochabamba es innegable, siendo el mérito del maestro Fujii, su personal docente, administrativo, padres de familia, niñez y juventud cochabambina que han sabido aprovechar positivamente la oportunidad de desarrollar su talento musical.

Sin embargo, no todo es una taza de leche. Resulta que en la forma de ver de Koichi el requisito esencial para formar músicos de excelencia es lograr una disciplina, responsabilidad y concentración superior, un requisito que a los bolivianos en general nos cuesta bastante adquirir. Y es precisamente este choque cultural el que ha provocado la destitución del maestro Fujii, una sanción extrema que significa una dificultad grande para la academia, porque ni en términos económicos ni artísticos menoscaba la personalidad de Koichi, pero sí genera profunda incertidumbre en el destino de la academia, puesto que Cochabamba no puede permitirse un retroceso en su desarrollo cultural. "Cada materia está enfocada para que fortalezca la personalidad de cada alumno y así también la concentración, constancia, dedicación, sensibilidad y tener metas en cada trabajo, no trabajar por trabajar” decía Fujii en una entrevista.

Me he sumado a una petición al Ministerio de Educación para que pueda revisarse dicha sanción y velando por el bien mayor, se rectifique la misma. No estoy de acuerdo con la violencia de ninguna clase, pero tampoco estoy de acuerdo con la cultura de la irresponsabilidad y mediocridad que tanto perjudica a nuestro país. Buscar un punto intermedio será una solución por el bien de Cochabamba y el desarrollo de excelencia de sus músicos cuyo innato talento está largamente probado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario